¿Cómo convertir clientes en amigos fieles? Nos obsesiona comprender las necesidades humanas, sus objetivos y comportamientos, para generar contenidos de valor que ayuden a construir verdaderas amistades en un mundo hiperconectado. Cada año de contenidos y experiencias con nosotros, equivale a siete años de puro feeling.
“Todo mi patrimonio, son mis amigos”, dice una antigua y celebre frase anónima, que nunca había sido tan cierta, como en el marketing contemporáneo. Sin embargo, en la desesperación por tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar, las marcas creyeron, en algún momento, que el tema era cuantitativo y no cualitativo, imprimiéndole un carácter despersonalizado y a todas luces anticuado, a su relación con los clientes.
Las marcas hoy buscan amigos verdaderos, fieles y sinceros. De aquellos que nos dicen lo que necesitamos oír, aunque no queramos. Por fin entendieron que las audiencias tienen el control, no ellos. Y que lo que debe primar es la conversación, no el monólogo.
La clave es comprender las necesidades humanas, sus objetivos y comportamientos, para generar contenidos de valor que ayuden a construir verdaderas amistades en un mundo hiperconectado. Es paradójico, pero entre más nos tecnificamos, más humanos debemos ser. “Mirar a los ojos” de nuestras audiencias. Tratarlas como personas, no como targets.
En Kymera Studios queremos ser tus amigos. Reír y llorar contigo, conocer a tus padres y a tus hijos, ayudarte a realizar tus sueños, buscar empleo juntos, comer golosinas a escondidas, alimentar al gato, hacer maratón de series, cocinar platillos incomibles, tratar de hacer ejercicio aunque nos dé pereza, triunfar y sufrir las derrotas. Nos da igual tu edad, peso o estatura, te queremos tal y como eres, aunque intentaremos siempre sacar lo mejor de ti. Correremos riesgos y aprenderemos nuevas cosas, si sentimos tu confianza. Te echaremos de menos si te vas lejos y haremos fiesta si vuelves. Así que relájate y disfruta, porque cada año de contenidos y experiencias con nosotros, equivale a siete años de puro feeling.